"Iberia One World le da la bienvenida a su viaje IB 6841 con destino al aeropuerto de Barajas, Madrid, el viaje será de aproximadamente 11 hs, 30 minutos, una vez alcanzada la altura de crucero la tripulación procederá a servir la cena (...) esperemos que el vuelo sea de su agrado"
Los Argenñoles, Los Espantinos, los vosotros y los ustedes.
Se conjugan dueños de tan errónea fluidez,
Ridículos los sonidos juegan a ser actores de acentos
Vosotros escucháis Charly en la Alameda Principal
Sonriente la Alcazaba
Mi imaginaria princesa de Gibralfaro
Cefirelli y mi Verona imaginaria
El Atlántico.
Los auriculares y un flamenquito en el Obelisco.
El de aquí y el de allá, y los de ningún lado, pero de todos.
Los peros y los tantos.
Con LLuvia y pueSH nada.
Che Quillo.
El Aquí se torna paulatino Allí,
Y el Allí jamás es Aquí.
Aquí recibe, Allí espera.
Catorce mil determinantes razones.
Pues ningún condicionante.
Mi pueblo blanco y escolleras mediterráneas, que no tan míos.
Y tango tan mío, pero con acordes flamencos.
Mitad dueña.
Matices, claroscuros.
"En aproximadamente quince minutos procederemos al aterrizaje en el Aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires, rogamos a los señores pasajeros abrocharse los cinturones. La temperatura local en destino es de dos grados centígrados. Esperamos que el vuelo halla sido de su agrado y esperamos que vuelva a volar con nosotros. "
domingo, 21 de septiembre de 2008
martes, 5 de agosto de 2008
El misterio de dibuja en sus ojos cada vez que su paso me atraviesa. El señor del misterio me mira, de vez en vez, y dibuja otra incógnita. La transparencia del aparente caminar pausado disfraza un secreto, yo lo sé, cada vez que convierte mis pensamientos en clandestinos. Y sereno acalla mis ideas, y sonriente no me deja pronunciar. Con cada sílaba de temas usuales se disipan mis intenciones. Me vuelvo clandestina en sus manos. Quiero decir, y no puedo. Silencio, y palabras interminables.
"Si usted va donde yo voy, y yo voy adonde usted va, quiere decir, entonces, que vamos al mismo lugar. Que simple es la vida algunas veces"
Me parece incomprensible, tal vez, mi silencio. Me ilegalizo, fugitiva de las verdades, para no probar los labios de los misterios, tal vez dulces, tal vez tormento. Llegan los días, entonces, en los que juego con mi mente, para desaprobar en cordura, y encontrar sentires bizarros, llenos de tristeza. Será, y será solo mío aquel dolor. Será y desaparecerá solo en mi. Será y me buscará sola en mi cama. Será y me encontrará vacía en mi mañana. Será y solo será. Será mientras me entregue al silencio. Mientras done melancólicas mis palabras. Mientras mienta con los ojos abiertos y mientras hable con sonidos pueriles. Siempre emanando esa suerte de felicidad, el señor de los misterios no me deja hablar, me deja en este agujero negro, donde no soy yo, y no aprendo a serlo. Cuidando la porcelana de los días por venir.
jueves, 31 de julio de 2008
Mundo disecado.

Y pendeja? Ya estas contenta? Ahora te sentís bien? Perdiste los pies por no perder la cabeza, cuando se hace difícil andar despacito, corres muy rápido hasta que las piernas te duelen, y es siempre igual. Y no es el mundo, no es el arte y no es que sea poco bello despertarse. Pendeja, dormí sobre otra almohada, que siempre te gustó. Siempre te gustó la carne ajada, el aire se vicia como tus pulmones, de a poquito, y se cuajan las almas, es normal en el mundo. Vas cerrando las puertas, y simplemente dormís ya no en almohadas, sino en el suelo. Vas dando vueltas a los asuntos que no quedan pendientes. Lo poco creativo de mirar al techo, la invisibilidad de estirar las piernas al vacío.
Y pendeja? Ya estas contenta? Ahora te sentís bien? Es difícil ser, se complica no ser y cuando es preciso es indispensable desaparecer. Que pensás cuando se siente demasiado el aire? Dale pendeja, despertate que hay sol antes que se venga la noche y los bifes y las siestas no garpan. No te duermas, pendeja, que no tan pendeja, no te despertás.-
Y pendeja? Ya estas contenta? Ahora te sentís bien? Es difícil ser, se complica no ser y cuando es preciso es indispensable desaparecer. Que pensás cuando se siente demasiado el aire? Dale pendeja, despertate que hay sol antes que se venga la noche y los bifes y las siestas no garpan. No te duermas, pendeja, que no tan pendeja, no te despertás.-
lunes, 28 de julio de 2008
Que cosa curiosa la Plaza de Mayo
No me voy a poner a hacer algún tipo de descripción poética de la Plaza, sería un lugar hiper común. Pero supongo que el hecho de nombrarla asociada a algún tipo de mística/magia/curiosidad ya es un lugar común, no obstante, sin apelar a algún tipo de originalidad , siempre me pareció un lugar curioso, algo así como imantado. En fin, palabras ya dichas.-
martes, 10 de junio de 2008
¿Cuan ratas somos?
Yo soy medio rata, para que negarlo. En muchos sentidos, soy medio rata cuando me compro cosas (mi lista del supermercado esta detalladamente cuidada incluyendo los cálculos estimativos de cuanta plata puedo gastar en cada cosa, que cosas puedo comprar, y que cosas no).
Pero no es a eso a lo que me refiero. Sino a que mis recuerdos me remiten a haber visto alguna vez experimentos en donde ponen a las ratas (literalmente, animalitos peludos, no a las tacañas como yo, aunque soy medio animalito y por demás peluda) en circuitos raros, donde en algún momento se encuentran con algún tipo de obstaculo que las lastima. En fin, el experimento consistía en ver si una vez lastimadas, volvían a cometer el error de pasar otra vez por el lugar doloroso. La verdad (si, la cosa aca es muy sincera) no me acuerdo si las ratas volvían o no a cometer el error. Se agradece si alguien me lo explica.
Sin irme por las ramas, yo quería encontrar paralelismos entre las ratas estúpidas, las que se lastimaban una y otra vez, y yo. O mejor dicho, no solamente yo, no voy a ser tan cruel conmigo, sino con gente en general. Dado que ya me encontré muchos paralelismos con las ratas (metafórica y literalmente, como se puede ver en los párrafos anteriores), este es el aspecto rata de mi que me falta descubrir.
Resulta que existe una especie extraña de seres humanos que nos dedicamos a hacer cosas así. ¿Como puede darse cuenta de esto, mi querido lector, si usted existe? Leyendo. ¡Claro! Asi me doy cuenta yo. Porque, como puede verse, me gusta escribir, y como este blog extraño, también tengo papelitos extraños tirados por los cajones. Y cuando me pongo a leerlos, de vez en cuando, si bien me acuerdo porqué y cuando los escribí, me doy cuenta que se aplican (metafóricamente hablando) a los demás papelitos. A ver, me explico mejor. La situación que me llevó a escribir papelito 1, se aplica tambien a la situación que me llevó a escribir papelito 2. ¿Se entiende?.
Eso me desespera, realmente, porque si fuera verdad, no solamente me convertiría en una de estas ratas medio infradotadas que se lastiman una y otra vez. Sino que también querría decir que uno nunca vive cosas del todo nuevas, siempre hay algún aspecto repetido de los cuentos, con algún que otro agregado mas o menos nuevo, algun adornito que nos parezca simpático, pero en fin: ¿es siempre lo mismo?.
No me refiero solamente a "amor", "relaciones tortuosas", "seres conflictivos", o esas cosas con las que siempre convivimos, si eso era lo que parecía. Sino que, mas grave todavía, me refiero a todo. Los sucesivos desayunos, los almuerzos, las cenas, los libros, las canciones, los acordes menores, los mayores, y los papelitos.
Entonces tenemos un patrón de comportamiento (comportamiento subjetivo, no el socialmente objetivo, social y escolarizado) de gustos y costumbres, que repetimos hasta el artazgo, y en mi caso, hasta los moretones.
El otro día mi mamá me explico que por eso los psicólogos (o el mío por lo menos) me hace reconocer mis (muchos) traumas, para superarlos, no me para alardear de ellos. Pasa que al fin y al cabo los uso para lucirlos cual cartera de Gucci, pero superarlos, superarlos y superarlos: ¿Se puede?
¿Se pueden los días nuevos? ¿O somos ratas bobas que siguen patrones de hematomas emocionales?
Yo soy medio rata. Sigo escuchando Yesterday, y siempre es tan dulcemente autodestructiva. Pero la escucho, desde que me regalaron la discografía de los Beatles, e incansablemente la asocio con algún papelito. Pero, ¿Son siempre los mismos los papelitos?
Pero no es a eso a lo que me refiero. Sino a que mis recuerdos me remiten a haber visto alguna vez experimentos en donde ponen a las ratas (literalmente, animalitos peludos, no a las tacañas como yo, aunque soy medio animalito y por demás peluda) en circuitos raros, donde en algún momento se encuentran con algún tipo de obstaculo que las lastima. En fin, el experimento consistía en ver si una vez lastimadas, volvían a cometer el error de pasar otra vez por el lugar doloroso. La verdad (si, la cosa aca es muy sincera) no me acuerdo si las ratas volvían o no a cometer el error. Se agradece si alguien me lo explica.
Sin irme por las ramas, yo quería encontrar paralelismos entre las ratas estúpidas, las que se lastimaban una y otra vez, y yo. O mejor dicho, no solamente yo, no voy a ser tan cruel conmigo, sino con gente en general. Dado que ya me encontré muchos paralelismos con las ratas (metafórica y literalmente, como se puede ver en los párrafos anteriores), este es el aspecto rata de mi que me falta descubrir.
Resulta que existe una especie extraña de seres humanos que nos dedicamos a hacer cosas así. ¿Como puede darse cuenta de esto, mi querido lector, si usted existe? Leyendo. ¡Claro! Asi me doy cuenta yo. Porque, como puede verse, me gusta escribir, y como este blog extraño, también tengo papelitos extraños tirados por los cajones. Y cuando me pongo a leerlos, de vez en cuando, si bien me acuerdo porqué y cuando los escribí, me doy cuenta que se aplican (metafóricamente hablando) a los demás papelitos. A ver, me explico mejor. La situación que me llevó a escribir papelito 1, se aplica tambien a la situación que me llevó a escribir papelito 2. ¿Se entiende?.
Eso me desespera, realmente, porque si fuera verdad, no solamente me convertiría en una de estas ratas medio infradotadas que se lastiman una y otra vez. Sino que también querría decir que uno nunca vive cosas del todo nuevas, siempre hay algún aspecto repetido de los cuentos, con algún que otro agregado mas o menos nuevo, algun adornito que nos parezca simpático, pero en fin: ¿es siempre lo mismo?.
No me refiero solamente a "amor", "relaciones tortuosas", "seres conflictivos", o esas cosas con las que siempre convivimos, si eso era lo que parecía. Sino que, mas grave todavía, me refiero a todo. Los sucesivos desayunos, los almuerzos, las cenas, los libros, las canciones, los acordes menores, los mayores, y los papelitos.
Entonces tenemos un patrón de comportamiento (comportamiento subjetivo, no el socialmente objetivo, social y escolarizado) de gustos y costumbres, que repetimos hasta el artazgo, y en mi caso, hasta los moretones.
El otro día mi mamá me explico que por eso los psicólogos (o el mío por lo menos) me hace reconocer mis (muchos) traumas, para superarlos, no me para alardear de ellos. Pasa que al fin y al cabo los uso para lucirlos cual cartera de Gucci, pero superarlos, superarlos y superarlos: ¿Se puede?
¿Se pueden los días nuevos? ¿O somos ratas bobas que siguen patrones de hematomas emocionales?
Yo soy medio rata. Sigo escuchando Yesterday, y siempre es tan dulcemente autodestructiva. Pero la escucho, desde que me regalaron la discografía de los Beatles, e incansablemente la asocio con algún papelito. Pero, ¿Son siempre los mismos los papelitos?
domingo, 8 de junio de 2008
He aquí cómo se escribe un domingo a la tarde.
Se escribe porque los domingos no son tiempos útiles para hacer muchas otras cosas.
Se escribe porque todos los días de la semana con un tanto coercitivos y los domingos mas que ningún otro, entonces se escribe dado el domingo, se escribe dada la esclavitud del tiempo asfixiante, se escribe dadas las manos frías de junio. Escribo entonces, por los domingos y las hojas ocre. Escribo porque ya hace frío para estar en el parque Lezama y escribo porque no tengo pies suficientes para lavar los platos.
Pero entonces, razones mundanas. ¿Porque escribo?
Escribo porque sé decir, pero también sé de silencio. Saco palabras porque es mejor que queden en mi cabeza. Escribo porque necesito aplastar ideas que tienen demasiados colores. Escribo porque me da frio callarme, pero me quema gritar. Porque la garganta esta reseca de nicotina y me duele cantar. Escribo porque el sueño me gana mi tiempo. Escribo porque soy libre mientras me cuelgo de los barrotes grises. Escribo porque en realidad no tengo nada que decir, o porque me estoy mordiendo los labios; la miel en los labios. Escribo porque estoy a punto de cometer muchos errores y en vez de arrepentirme, escribo. Escribo porque David Bowie me deja escribir. Escribo porque me divierte escribir estupideces.
Entonces, escribo.
sábado, 7 de junio de 2008
Esto es de hace un par de meses (que precisa)
Palabras pobres para almas opulentas.-
Disponiéndome a parafrasear las imágenes en mi cabeza intento traducir unas letras de amor. Amor profundo, resignado e inimaginable en su conflicto. Pero puro, y, ¡ah la pureza de éste!. Si tan infinito es debo traducirlo, he dicho.-
Aquella oscura perfección me cega, y la admiro- ¡exclamo! – y la envidio – confieso.-
Me encuentro, de vez en cuando, escribiendo sobre ella, o hundiéndome horas mirando sus fotos. Las imágenes de una muchachita un tanto desalineada en su erudición, tesón y visceral determinación (aunque parezca ausente de vez en vez), hacen que mis ojos quieran tornarse mas perceptivos, que mi memoria absorba cada detalle de los pasados años y obligar a mi imaginación a elaborar escenas con ella escuchando alguna cantata de puentes amarillos.
Quisiera pues, algunas veces, gritar su vientre y con orgullo decir que me creó a la luz, e intuir que me sigue creando, para no extrañarla, para sentirme infante desprotegida un rato y llevarla al lado mío como anexo a mis ideas un tanto solitarias. Y luego, abro los ojos una vez mas, a la distancia, a los años ya pasados. Pero también, a los años que con entusiasmo esperan mi llegada. Entonces me reconozco adulta fumadora de la cotidianeidad un poco absurda, un poco trascendente. Y digo orgullo, y digo querer que me vea, y digo querer que todos sepan que fue mía antes que de nadie. ¡Mía!
Me gusta leer libros que fueron suyos, y sentirme ahora dueña. Me gusta leer los pensamientos ahí sellados. Hoy, encontré entre páginas de aquellas una carta vieja que le escribieron alguna vez, y los años no pasan sobre las palabras, que aún hoy, yo, puedo encontrar mágicas. Eran palabras de amor: ¡Ah! ¿¡Amor!? ¿¡Quien sabe de amarla!? Yo sé de amarla, imaginarla y disponerla a mi voluntad en mi mente. ¡Yo sé de pensarla única! No supieron (y acaso pudo parecer que yo tampoco supe) dejarle ver que el amor es ella en esencia, con su pronta inmadurez, con su galante sabiduría. ¡Pero nadie puede amarla, ni pensarla ni desearla parte y cerca, nadie puede como yo !
Sepan que soy yo, la dueña de su corazón. Sepan que es ella, mi única dueña.-
Disponiéndome a parafrasear las imágenes en mi cabeza intento traducir unas letras de amor. Amor profundo, resignado e inimaginable en su conflicto. Pero puro, y, ¡ah la pureza de éste!. Si tan infinito es debo traducirlo, he dicho.-
Aquella oscura perfección me cega, y la admiro- ¡exclamo! – y la envidio – confieso.-
Me encuentro, de vez en cuando, escribiendo sobre ella, o hundiéndome horas mirando sus fotos. Las imágenes de una muchachita un tanto desalineada en su erudición, tesón y visceral determinación (aunque parezca ausente de vez en vez), hacen que mis ojos quieran tornarse mas perceptivos, que mi memoria absorba cada detalle de los pasados años y obligar a mi imaginación a elaborar escenas con ella escuchando alguna cantata de puentes amarillos.
Quisiera pues, algunas veces, gritar su vientre y con orgullo decir que me creó a la luz, e intuir que me sigue creando, para no extrañarla, para sentirme infante desprotegida un rato y llevarla al lado mío como anexo a mis ideas un tanto solitarias. Y luego, abro los ojos una vez mas, a la distancia, a los años ya pasados. Pero también, a los años que con entusiasmo esperan mi llegada. Entonces me reconozco adulta fumadora de la cotidianeidad un poco absurda, un poco trascendente. Y digo orgullo, y digo querer que me vea, y digo querer que todos sepan que fue mía antes que de nadie. ¡Mía!
Me gusta leer libros que fueron suyos, y sentirme ahora dueña. Me gusta leer los pensamientos ahí sellados. Hoy, encontré entre páginas de aquellas una carta vieja que le escribieron alguna vez, y los años no pasan sobre las palabras, que aún hoy, yo, puedo encontrar mágicas. Eran palabras de amor: ¡Ah! ¿¡Amor!? ¿¡Quien sabe de amarla!? Yo sé de amarla, imaginarla y disponerla a mi voluntad en mi mente. ¡Yo sé de pensarla única! No supieron (y acaso pudo parecer que yo tampoco supe) dejarle ver que el amor es ella en esencia, con su pronta inmadurez, con su galante sabiduría. ¡Pero nadie puede amarla, ni pensarla ni desearla parte y cerca, nadie puede como yo !
Sepan que soy yo, la dueña de su corazón. Sepan que es ella, mi única dueña.-
No se cuando lo escribí, supongo que no hace mucho.
Si quieta observo, fresca cada vocal, espontánea cada palabra.
Pero sólo son traducciones equívocas, oxidada mi oración.
Te pido digas mas, te pido abras sonrisas, a lo que no diré.
Silencio, degolla labios insalubres.
Si encarnizada mi piel te pide
Y ansiosas mis piernas te buscan
Si jadeante mi cordura te acusa
De ser.
Doy el raciocinio, te juro mi amante
Sin juegos, sin silencios traviesos, doy.
Esencia, no mas, no tengo otra ofrenda.
Es tanta, y tanta se inhibe ante tus espejos.
No me seducen ya las gargantas contenidas,
Me atravesó voluptuosa
Me atravesó cruel,
curiosidad de definiciones mundanas.
Los espectros de lo gris me amenazan, carniceros.
Impiadosas las noches, mi amante.
Tiempo sin métrica.
Desordena lo expectante.
Escuchá,
No dejé de hablar.
Escuchá,
Que quiero que hables.
Pero sólo son traducciones equívocas, oxidada mi oración.
Te pido digas mas, te pido abras sonrisas, a lo que no diré.
Silencio, degolla labios insalubres.
Si encarnizada mi piel te pide
Y ansiosas mis piernas te buscan
Si jadeante mi cordura te acusa
De ser.
Doy el raciocinio, te juro mi amante
Sin juegos, sin silencios traviesos, doy.
Esencia, no mas, no tengo otra ofrenda.
Es tanta, y tanta se inhibe ante tus espejos.
No me seducen ya las gargantas contenidas,
Me atravesó voluptuosa
Me atravesó cruel,
curiosidad de definiciones mundanas.
Los espectros de lo gris me amenazan, carniceros.
Impiadosas las noches, mi amante.
Tiempo sin métrica.
Desordena lo expectante.
Escuchá,
No dejé de hablar.
Escuchá,
Que quiero que hables.
Me olvidé.-
Perdon (a nadie, porque en realidad nadie lee esto) pero en fin. A continuación voy a poner cosas que habían quedado en "Mis Documentos" porque soy una colgada y nunca mas puse palabras aca. Pero me gusta este lugar. Es mío.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)